@EEZAMBRANO
Muy pocos en Colombia y
absolutamente nadie en Urabá, hasta el pasado fin de semana, sabíamos quién
carajos es Nicolás Gaviria, así que la frase de moda de “usted no sabe quién soy yo”, era cierta en su literalidad. El señor
Gaviria que ha alcanzado notoriedad mundial por empujar, estrujar e insultar a
varios miembros de la Policía Nacional, nos demuestra esa actitud pendenciera y
arribista que sufren muchos en Colombia.
Hoy ya sabemos quién es
Nicolás Gaviria, un hijo consentido de la plutocracia de este país que creen
que la ley no es con ellos. Recordemos que hace dos años y medio fue destituido
el entonces Senador Eduardo Merlano, por decirle a unos policías: “Oye, no sabes quién soy yo?”,
igualitos, no?
Merlano era peligroso y se
amparaba en los 50 mil votos con que llegó al Congreso, pero Nicolas Gaviria es
de peor calaña, porque este caballero se ampara en el apellido, en el linaje. A
este nuevo ilustre señor, la Fiscalía le abrirá un proceso y tal vez, solo tal
vez, resultará condenado por agresión a servidor público y desde luego, nunca
pagará cárcel.
A propósito de Nicolás Gaviria,
muchos chocoanos están ofendidos porque el caballero de rancia estirpe amenazó
a uno de los policías que lo retuvieron con hacerlo trasladar al Chocó. A mi me
ofendió la actitud de Nicolás Gaviria pero me quedé preguntándome porqué se le
ocurrió insinuar que es agraviante que a uno lo trasladen al Chocó y por qué no
dijo que iba a hacer que trasladaran los policías a Medellín? Será porque es mucho mejor vivir en Medellín
que en el Chocó? Pues estoy seguro que si.
Pongan atención: hoy 5 de
marzo, cuando escribo esta columna, estos son los titulares de EL ESPECTADOR sobre
el Chocó: “Chocó
sin diagnóstico, La muerte de tres niños y un adulto en Tadó y zonas adyacentes obligó al
gobierno a enviar una comisión para investigar lo que está sucediendo. Hace
menos de un mes comunidades del río Atrato entutelaron a 26 entidades del Estado por su
inacción ante la crisis ambiental”.
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