GATOS CHIFLADORES

@EEZAMBRANO

Al Presidente Santos lo han chiflado mucho por estos días. Por donde Santos va, un grupo de personas lo reciben a silbido puro. Ya se han sofisticado tanto que utilizan cornetas de futbol o como se les conocen desde el Mundial de Sudáfrica: “vuvuzelas”.

El Senador Armando Benedetti dijo que los que silban al Presidente son unos cuantos “gatos” y la verdad es que no son ningunos gatos, pero si son muy poquitos. El uribismo, siempre tan diligente en las redes sociales, ha querido hacer ver esos chiflidos como una muestra generalizada de rechazo al gobierno, pero bueno, en Colombia “chiflar” es uno de esos “deportes nacionales”, tanto así que esta semana en la Universidad de los Andes le propinaron al expresidente Álvaro Uribe una sonora dosis de silbatina.

Defiendo el derecho que tienen las personas a silbar al Presidente y acepto que con ello se muestre el rechazo a la reciente masacre de soldados a manos de las Farc, aun así insisto en que en Colombia sigue habiendo un mayoritario anhelo de paz. Los que estamos mamaos de la guerra somos más. Y es que precisamente se trata de evitar que mas colombianos, soldados, policías y civiles sigan muriendo.

La guerra solo trae muerte, dolor y sangre. Lo paradójico es que quienes salen a utilizar políticamente la muerte de nuestros soldados son los que quieren que este país siga en conflicto y que haya mas muertes que lamentar.

La masacre de los soldados hay que reprochársela primero que todo a las Farc, pero y qué de las responsabilidades de los militares? A mi que no me vengan con el cuento de que se negó apoyo aéreo, eso no tiene presentación y mucho menos puedo aceptar que algunos de los sobrevivientes y sus familiares nos salgan con la historia de que los comandantes les prohibieron disparar. A qué soldado estando bajo fuego se le va ocurrir salir con la disculpa de que le prohibieron disparar a los guerrilleros?.

La muerte de esos 11 soldados se debe a las equivocaciones de las Farc y a una pésima estrategia militar. No entiende uno cómo es que los comandantes de esos 40 hombres no advirtieron que ahí a pocos metros de esa cancha donde dormían, estaba una loma totalmente descubierta y que los hacía un fácil blanco de cualquier enemigo.

Los soldados no pueden salir con el cuento de que porque estaban negociando en Cuba entonces ellos se confiaron. Los militares están para vencer al enemigo y para eso tienen las armas de la República. Un militar en la selva no puede salir con la historia de no hacer su trabajo disque porque se está negociando en Cuba con el enemigo. El militar debe saber que mientras no se firme la paz, hay que atacar y se puede ser atacado, entonces por qué no tomaron medidas de protección? En un país serio, el Presidente hubiera destituido al comandante militar de ese sector, pero a algunos jefes militares, desde la presidencia del senador Álvaro Uribe, les gusta más la política, los medios de comunicación y los cocteles que la ofensiva y en la presidencia de Santos siguen en las mismas.                    
   

Los soldados tampoco pueden alegar que andan confiados porque las Farc habían decretado un cese al fuego unilateral. Se les recuerda a todos los miembros de las Fuerzas Militares que se está negociando con las Farc porque son el enemigo y en el adversario no se puede confiar y a pesar del apoyo a las negociaciones, los colombianos no confiamos en las Farc y esperamos que ese grupo de gestos más concretos de paz, concertando plazos para la negociación, mientras tanto los soldados deben dedicarse a luchar, a no dejarse matar y a proteger a los colombianos y claro, si se encuentran a Santos que lo silben también, mientras sean tan buenos usando las armas como usan la boca para chiflar.

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